La noticia aunque es de marzo de 2013 la he traído a colación por su trascendencia y por estar tocando el tema del anisakis estos días, tema que no se ha abordado nunca de una forma seria, como tantas cosas en nuestro país donde nos pasamos media vida reformando agencias ministeriales, emitiendo supuestos papeles técnicos y otras cosas. La incidencia de contaminación del pescado varia de unas regiones a otras; así en en 2012 se observa que hay menos pescado infectado por Anisakis en Galicia (0,43 %) que en Madrid (13,4%); para el experto con el que contactaba ABC esa diferencia sucedía por: «Lo que implica que el modo de conservación y trasporte del pescado es tan importante como su tratamiento o cocción»
Cual ha sido la actitud del Ministerio de Sanidad y las comisiones ad hoc; ha sido: "si tenemos un problema, pero bueno"; ojito además, no toquemos cosas en las que las CCAA puedan decir y si han parido determinados documentos con mas o menos fortuna; no distinta a la del Comité Científico de la AESAN que en su Revista nº 6 de 2007 emite un documento sobre el tema, y les ofrezco unos párrafos del documento sobre la manipulación del pescado crudo donde se lee:
Tratamiento térmico del pescado destinado a ser consumido cocinado
Las larvas de Anisakis son sensibles al calor. Se ha demostrado que las larvas en el tejido muscular de los peces se inactivan en un tiempo de 5 a 10 minutos al someter los pescados a tratamientos térmicos en los que se alcancen temperaturas superiores a 60° C en el centro del producto. El tiempo necesario variará en función del proceso culinario y, especialmente, del tamaño de las piezas. Por ello, es más seguro el cocinado de aquellas más pequeñas (AZTI-Tecnalia, 2004).
Para comprobar que se ha alcanzado la temperatura mínima necesaria, en restauración está especialmente indicado el uso de termómetros de cocina (termómetros especiales para alimentos). Por lo tanto, son seguros, desde el punto de vista de la inactivación del parásito:
- Los productos cocinados completamente, es decir, hervidos y fritos, dado que en tales tratamientos se alcanzan temperaturas superiores a los 90 y 170° C, respectivamente.
- El cocinado a la plancha, siempre y cuando se verifique que el pescado está "bien hecho". Ayuda al proceso que la plancha esté caliente al comienzo y las piezas se volteen durante el cocinado. Para asegurarse de que el tratamiento es eficaz y que se ha alcanzado una temperatura mínima de 60° C, se puede pinchar con un tenedor o cuchillo y comprobar que la carne se separa sin dificultad de la espina y que posee un aspecto mate típico de las proteínas coaguladas.
- El cocinado en microondas, siempre y cuando se garanticen las condiciones mínimas de temperatura y tiempo, se tome la precaución de dar una o dos vueltas al pescado durante la cocción para eliminar puntos fríos y, una vez cocinado, se deje reposar la pieza cubierta durante, al menos, 2 minutos para permitir que la temperatura se distribuya de forma homogénea por el producto, ya que las microondas alcanzan un determinado espesor en el alimento y el resto del calentamiento se produce por conducción (AESAN, 2005).
- Para procedimientos de cocinado en los que no se vayan a alcanzar estas condiciones de temperatura y tiempo, será necesario haber realizado una congelación previa en las condiciones que se indican a continuación.
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Creo que no se ha conseguido la mentalización de la gente y de los profesionales de la venta al detalle ya que de otra forma no se explicaría lo que he visto en dos pescaderías donde la caballa -uno de los pescados mas contaminados por el bicho- permanezcan horas sin eviscerar.
La fotografía superior provien del artículo de ABC al que hemos hehco referencia.
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