Mi amigo Manolo Bis estuvo viendo en el mercado -realmente solo en el Corte Inglés para estas exquisiteces- la posibilidad de comprar una parrilla de hierro fundido y se encontró con una como la de la imagen. Allí estaba la hermosa parrilla-grill de Le Creuset de 32.5 cm de ancho y con un precio algo menor que el doble de la de Castey que comenté en un post anterior; no de aluminio, de hierro colado y vitrificado.
Mi amigo Manolo quedó deslumbrado ante tanta hermosura de la parrilla que le dijo a la dependienta que se la embalase y pagó religiosamente el precio y se fue a su casa.
Mi amigo -que tiene una cocina de inducción; lo mismo sería si fuese vitrocerámica- se olvidó de comprobar si la parrilla estaba totalmente plana; comprobación que debe hacerse en el establecimiento antes de pagar y llevársela.
Cuando llegó a su casa y se la enseñó a su consorte MC, llevó la primera bronca por lo que venía el gastarse tanto dinero. ¿No te llegó con la aventura de Castey?. Ahi, no se acabaron las desdichas de mi amigo ya que al colocarla sobre al cocina de inducción observó que la citada parrilla cabeceaba, no estaba absolutamente plana y eso en inducción no es nada bueno.
Realmente se quedó estupefacto de que aquella cara joya tuviese aquel terrible fallo. No se quedó conforme, la puso encima de la mesa de la cocina y ¡ también cabeceaba!!!. A la otra se le había pasado el cabreo inicial, pero el rictus sardónico de sus labios aún no lo ha olvidado mi amigo cuando levantó los ojos mientras comprobaba el cabeceo en la mesa de la cocina.
Volvió al Corte Ingles días mas tarde y le expuso su problema a la dependienta y se ofreció a cambiársela sin ningún problema, tal como opera El Corte habitualmente; allá se fueron los dos a ver la parrilla igual que tenían y también cabeceaba y lo mismo lo hacía la otra cuadrada de 24 cm.. La dependienta le dijo que volverían a pedir otra y que fuese pasando hasta encontrar una absolutamente plana, pero que no lo veía fácil de que viniese tal solución.
La amable dependienta le sugirió ver otras de la misma marca, por supuesto no tan lindas pero igualmente operativas; allí apareció ella, negra, de 36x20, con una especie de pichorrito en uno de los laterales y envuelta en un plástico alrededor, sin la caja correspondiente; parecía una parrilla huérfana en comparación con las otras de la misma marca.
Mi amigo Manolo recogió a la huerfanita en sus manos y la puso en una superficie plana y no cabeceaba ni un milímetro; volvió a otra superficie, tampoco cabeceaba. A mi amigo, le entraron dudas de recoger a la huerfanita ya que el precio no bajaba mucho y era bastante mas fea aunque tuviese el relieve de una vaca grabado en las ondulaciones. El fabricante dice que alguna de sus virtudes son:
- Asa plegable: ideal para guardar y almacenar en cocinas pequeñas
- Pico para verter el jugo
La experiencia de nuestro amigo:
Dice que añora la otra, la de los colorines, pero que la huerfanita se porta bien; es una excelente plancha y el horrible mango hasta resulta útil a la hora de retirarla de la cocina y no tener que coger paños para sacarla.
¿Y lo del pico sirve para algo?, - le pregunto; me responde que sirve para bien poco
¿Qué le recomendaría al lector que quiera comprar una buena gril?
- Que se gaste el dinero, al final le resultará más barata que comprar varias caras.
- Que antes de salir del establecimiento con la mercancía y pagárla; sobre todo si tiene una cocina de inducción, compruebe que lo que compre sea absolutamente plano, que no cabecee ni un milímetro, sea de hierro o aluminio
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