domingo, 8 de septiembre de 2013
¿Qué pasa tras la apertura del vacío?; lo que debes comer hoy, no lo dejes para mañana
Días pasados hice un anexo al post de Pulpo al vacío y el desastre del resultado... y me llamó la atención la urgencia de la consumición del pulpo o de la congelación; atribuí esa urgencia a lo dedicado del producto y a que no llevaba ningún tipo de conservante.
En casa, habitualmente practicamos la máxima que ya he explicado a propósito de no usar los recipientes de policarbamato para calentar, de reinstaurar el vacío lo antes posible aprovechando el frio ya existente.
Ayer, sorprendentemente me encontré con una situación peculiar; al tratar de consumir unas lonchas de lacón abiertas el día anterior y de un envase a atmósfera controlada; aparecieron en las lonchas unas manchas grisáceas de aspecto desagradable. Las lonchas de lacón habían permanecido en su envase y no tenían conseravantes.
La conclusión es que no debemos dejar para mañana lo que debemos comer hoy y la alternativa es la que nos proponía el envasador del pulpo ante productos sin conservantes: Consumo o congelación. El reenvase al vacío es posible olvidándonos un poco de los tiempos de garantía anterior de la marca comercial o bien proceder a su congelación a poder ser en vacío para tenerlo bastante tiempo
La norma tras apertura de un contenedor de alimentos al vacío ha de ser:
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario